Cuando elegimos a alguien como pareja para convivir y formar una familia, sabemos que es algo que nos aporta una gran felicidad pero, a la vez, ¿somos conscientes de la complejidad que eso conlleva?. En este post hablamos sobre cómo funciona la terapia de pareja, ya que cuando las cosas se tuercen es importante que tengamos en cuenta que la colaboración de un profesional puede ser la solución. Cuando la relación no funciona como esperábamos, lo mejor es buscar ayuda.
No existen relaciones libres de conflictos y, aunque al principio todo suele ser un camino de rosas, con el tiempo empiezan a surgir problemas o contratiempos por diversos motivos que no siempre podemos resolver por nosotros mismos. Un ejemplo claro sería una relación larga en la que se ha caído en la trampa de dejar de escuchar a la otra parte o, incluso, se deja de mostrar interés por los sentimientos o necesidades reales. Hablarlo con una persona totalmente objetiva, sin nociones preconcebidas, sin vínculos afectivos y además, con la formación y las habilidades necesarias puede ser la mejor guía.
A continuación, veremos en qué consiste la terapia de pareja y lo útil que nos puede resultar buscar este tipo de ayuda para mantener o incluso salvar nuestra relación.
¿Qué es la terapia de pareja?
Se trata de una forma de terapia cuyo objetivo es mejorar la comunicación entre las partes, así como resolver esos problemas que puede que ni siquiera hemos sabido identificar correctamente y que no dejan de enturbiar la relación hasta lo más íntimo.
Esta psicoterapia se aplica simultáneamente a las dos personas que forman la relación y es diferente al asesoramiento, que puede ser aplicado a través de sesiones individuales.
Eso sí, aunque la terapia de pareja está pensada para que asistan las dos personas juntas a cada sesión, si una de las partes se resiste a este tipo de método, siempre se puede acudir a un terapeuta de parejas de forma individual para comenzar el proceso e ir allanando el terreno a la otra parte. Puede ser más fácil que la pareja se sienta más motivada a unirse más adelante y, de cualquier forma, siempre será útil para la relación.
Se suelen utilizar técnicas que se llevan a cabo en el transcurso de las propias sesiones y también a posteriori en el hogar. La pareja se llevará “deberes” a practicar en casa que se analizarán en la siguiente sesión, compartiendo la experiencia con el terapeuta para poder sacar conclusiones o buscar otras técnicas si algo ha ocurrido en contra.
Objetivo de la terapia
Con la ayuda de la terapia de pareja se puede conseguir lo siguiente:
– Entender como afectan los factores externos (la familia, la cultura, el entorno…).
– Comunicarse entre sí de forma constructiva.
– Analizar y reflexionar sobre el pasado para que no influya sobre el presente.
– Aprender a resolver y a negociar cualquier conflicto en la medida de lo posible.
– Superar juntos los problemas y los obstáculos de la vida en general, sabiendo apoyarse el uno en el otro.
A medida que la terapia de pareja avance y las sesiones vayan teniendo mayor o menor éxito, la pareja podrá decidir si merece la pena continuar gracias a los excelentes resultados o, por el contrario, no se consigue la meta esperada. No olvidemos que ante todo el amor es la base de cualquier relación y si no hay amor, es difícil que ningún tipo de ayuda pueda funcionar. La terapia también puede ayudar a descubrir esos sentimientos que se encontraban enterrados, debajo de los conflictos.
Igualmente, la terapia de pareja ayudará a ambas partes a entender todo mejor, a crecer como personas y a tomar el camino correcto.
¡Espero que este artículo te ayude!
