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Hipocondría y Covid

Hipocondría y Covid

Cuando hablamos de hipocondría nos referimos al miedo intenso que sienten algunas personas ante la convicción propia de padecer una enfermedad grave. Este miedo les lleva a un estado de hipervigilancia ante los pequeños cambios del cuerpo (p. ej., heridas, manchas en la piel, toses e incluso cambios normales en los latidos del corazón) que interpretan como síntomas de la o las enfermedades temidas. Las explicaciones que la persona se da a sí misma sobre la causa de sus sensaciones corporales son tomadas como verdaderas, por lo que se generan intensos estados de angustia que interfieren en su funcionamiento vital.

¿Cuál es la diferencia entre preocuparnos de forma razonable por nuestra salud y la hipocondría?

Todos, en mayor o menor medida, hemos experimentado en algún momento cierta preocupación por nuestra salud. Sin embargo, en la hipocondría, la preocupación se desajusta de los datos objetivos de la realidad (ej. pruebas diagnósticas negativas), genera en la persona un malestar significativo en el que se ve afectada su vida laboral, social u otras áreas, y, tiene una duración mínima de 6 meses.

Algunos de los comportamientos prototípicos en la hipocondría son los siguientes:

  • Observar continuamente el cuerpo en búsqueda de señales de enfermedad e interpretar de forma negativa cualquier sensación o síntoma físico.
  • Acudir con mucha frecuencia a los servicios de salud en búsqueda de la confirmación o desconfirmación a sus sospechas. Por lo general, ni las pruebas sdiagnósticas negativas, ni las explicaciones médicas consiguen convencer al paciente de que no padece la enfermedad, o, pueden generarle un pequeño alivio al salir de la consulta médica que después se desvanece volviendo a pensar que padecen la enfermedad. Por el contrario, en otros casos, evitan la asistencia médica por la ansiedad que les produce.
  • Buscar continuamente información sobre la enfermedad temida.
  • Dedicar mucho tiempo de su vida diaria a pensar sobre la enfermedad y a hablar de ella.
  • Con el paso del tiempo, es común, que se crean y adquieran un rol de enfermos que acaba dañando sus relaciones sociales.

¿Cómo es la relación hipocondría y Covid?

Las circunstancias extraordinarias que estamos viviendo con el covid-19 están haciendo que la preocupación obsesiva por la salud aflore en la población. Esto se debe a:

  • Se nos ha pedido que mantengamos una hipervigilancia hacia los cambios en nuestro cuerpo.
  • La hipervigilancia y el miedo a contraer y/o contagiar la enfermedad generan estados de ansiedad, los cuales, coinciden con algunos de los síntomas del virus (ej. sensación de debilidad y cansancio, dolor de cabeza, dificultades para respirar, falta de apetito, disfunciones gastrointestinales, etc.).
  • Los medios de comunicación nos avasallan con la información más catastrofista y nos alertan de las consecuencias más severas para nosotros y nuestros seres queridos.

Es normal que en la situación actual estemos preocupados por nuestra salud, sin embargo, hay una gran diferencia entre sentirse inquieto y estar ansioso hasta el punto de que dificulte el sueño y la vida diaria. A continuación, os damos algunos consejos para mantener una relación sana con las sensaciones de nuestro cuerpo durante la pandemia.

  • Más que estar preocupados en lo que no podemos controlar, ¡centrémonos en lo que sí podemos! Higiene, mascarillas y distanciamiento social.
  • Recuerda que no todo es COVID-19 y siguen existiendo procesos de enfermedades leves. Además, la propia angustia puede provocarnos síntomas inocuos y pasajeros que coinciden con los del virus.
  • Suelta el termómetro. Explorarse continuamente aumenta la ansiedad. Si no tienes un síntoma objetivo no te tomes la temperatura
    constantemente. De lo contrario, llama al número de referencia y ahí te dirán qué hacer.
  • Olvídate de Google y busca un medio de información fiable para consultarlo una vez al día. Un periódico (digital o en papel), un
    medio de noticias (en tv o radio) o cualquier fuente médica primaria, como Sanidad, es suficiente. Y limita el tiempo que dedicas a ello.
  • Evita que las conversaciones con familiares y amigos gire constantemente en torno al virus, los datos de la epidemia, los síntomas o casos conocidos. Enfócate en otras vivencias o ideas para compartir.
  • Practica técnicas de relajación, como respiración o meditación, para mantener la ansiedad a raya.
  • Haz deporte y mantente activo: la actividad física ayuda a disminuir la ansiedad y libera endorfinas, te ayudará a sentirte mejor.
  • Cuida la alimentación y el sueño, ambas son fundamentales para el bienestar psicofísico.
  • Cambia el foco de atención. Realiza actividades que te entretengan, en lugar de echar horas y horas en el sofá buscando información y rumiando la preocupación.
  • Cuida tus relaciones sociales. Seguir las normas no significa aislarte del mundo.

Si no logras mantener a raya la ansiedad por la pandemia a pesar de haber intentado llevar a cabo las pautas anteriores, consulta con nosotras y buscaremos soluciones específicas para tu problema.

Aquí os dejamos más recursos para afrontar eficazmente el malestar psicológico contra la pandemia.

 

¡Gracias!

Beatriz Reguera Álvarez
Psicóloga y Terapeuta EMDR en Tu Psicoterapia Madrid

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