Son muchos y muy intensos los sentimientos que nos pueden unir a nuestra pareja, pero con el paso del tiempo y a medida que la relación avanza, éstos se van desligando progresivamente y puede llegar a ocurrir que se produzca una infidelidad emocional.
¿De qué estamos hablando? Continua leyendo y descubre si eres una víctima de este tipo de infidelidades.
Conoce en qué consiste y sus consecuencias
Cuando hablamos de infidelidad, claramente nos estamos refiriendo a algún tipo de engaño. En esta ocasión, se trata de un engaño emocional por parte de uno de los miembros de la pareja. Y sí, decimos emocional porque no existe ningún tipo de contacto físico con la tercera persona, aunque puede llegar a ser tan doloroso para el otro miembro de la pareja como cuando la infidelidad sí incluye relaciones íntimas y físicas.
A veces se crean distancias en la pareja por diversos motivos (conflictos sin resolver, problemas del día a día…), lo que provoca que empeore la comunicación y que esa conexión afectiva tan necesaria se vea deteriorada. Es, en ese momento, cuando el ser humano busca inevitablemente en otra persona algún incentivo que cubra esas necesidades y esas emociones “perdidas”, pero sin querer romper la relación definitivamente, por lo que evita la infidelidad física pensando que así no está haciendo nada malo… Sin embargo, cuando su pareja nota algo y empieza a hacer preguntas, el infiel se da cuenta de que sí le está fallando, aunque sea de una forma distinta.
Signos de que estás cometiendo infidelidad emocional
- Te escondes, ocultas a tu pareja acercamientos con otra persona y conversaciones que sabes que es mejor que no vea.
- Buscas esas nuevas sensaciones que la tercera persona te aporta y te gusta, y te gusta su compañía o las conversaciones que mantenéis porque te hace sentir muy especial.
- Has empezado a preocuparte porque incluso tienes sentimientos románticos por esa otra persona. Es el momento de plantearse si merece la pena seguir adelante con esa situación o cortar por lo sano.
- Sientes deseo sexual aunque sepas mantener las distancias, te atrae físicamente y no puedes evitarlo. De este paso al siguiente hay muy poca distancia…
El doble papel que juega la infidelidad emocional es que puede que ese juego que acabamos de describir te guste, además te crea cierto morbo y te apetece inevitablemente, pero ¿merece la pena el engaño a tu pareja por algo efímero y que no sabes si podría funcionar en la realidad?
Ten presente que de una forma u otra esa infidelidad afecta negativamente a los dos miembros de la pareja. Por un lado si el engañado lo descubre, le supondrá un trauma que le provocará rabia y depresión. Si no lo descubre igualmente notará la ausencia de su pareja que está “a otras cosas” y ésto generará otros problemas, creando una cadena muy peligrosa para la relación. Por otro lado, el infiel tendrá que asumir (sea cual sea el final) el sentimiento de culpa, de miedo y, llegado el momento, también el arrepentimiento.
Cómo evitar una infidelidad emocional
Empieza por analizar las causas que te pueden estar llevando a esa situación, por qué razón no estás bien con tu pareja o por qué ya no sientes lo que sentías antes y díselo. La comunicación es fundamental para evitar cualquier tipo de crisis y más aún una infidelidad.
Estos son los consejos que pueden ayudarte:
- Fomenta el diálogo con tu pareja, sobre todo a nivel más profundo, sentimental o sexual.
- Planifica cosas nuevas, algo distinto a lo de siempre y ¿por qué no? Encuentros más atrevidos y divertidos.
- Es importante que los dos miembros de la pareja seáis conscientes de la situación que estáis atravesando y pidáis ayuda si es necesario, siempre se puede recurrir a ayuda profesional.
- Por último, una adecuada intimidad emocional es la mejor forma de prevenir este tipo de infidelidades.
No obstante, recuerda siempre que una infidelidad, emocional o no, al fin y al cabo es una crisis y que, por mucho que duela, puede tener su parte positiva cuando se supera juntos, llegando incluso a afianzar más la relación.
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