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¿Te cuesta relacionarte con la gente?

¿Te cuesta relacionarte con la gente?

Hay personas que acuden a terapia contándome que les ocurre esto, que tienen dificultades para relacionarse con la gente. Pensamientos negativos rondando continuamente, sudoración, taquicardias, sensación de no estar en el momento, sensación de paralizarte…¿Te reconoces en estos síntomas? Si te sientes así cuando te relacionas con otras personas tienes que leer este artículo.

¿De dónde viene este malestar?

Es importante saber el origen de nuestro malestar para poder empezar a cambiarlo, porque de otra forma puede que cambiemos algunas conductas, pero nunca bajo una base firme, que es lo que necesitamos para sentirnos mejor.

Algunas posibles razones que explican el por qué nos cuesta relacionarnos con gente son las siguientes:

  • Pensamientos negativos sobre nosotros o la gente: Lo que pensamos y lo que hacemos está directamente relacionado. Si estás pensando que no eres suficientemente bueno; o que no te mereces que te hablen; o que no tienes temas interesantes de los que hablar es muy probable que actúes de una manera poco cercana, respondiendo con monosílabos para no cometer un error o, directamente, no acercándote a la gente por el miedo a que te rechace.

Por otro lado, si has aprendido que la gente es mala o desagradable, va a ocurrir que evites acercarte por miedo a que te hagan daño o, también, puede que estos pensamientos hagan que te vuelvas agresivo para “protegerte”.

  • El sentir que no controlas tus síntomas físicos no es parte del origen de la dificultad para relacionarse con otras personas, pero sí ayuda a que se potencie la misma. El sentir que no paras de sudar, sensación de hormigueo en las manos, dolores de cabeza, taquicardias y presión en el pecho hace que te cueste relacionarte , por la incomodidad que producen los mismos y, también, por si las otras personas te lo notan.
  • Déficit de habilidades sociales: El no saber interactuar con los otros como te gustaría hace que también lo hagas menos. La falta de capacidades para crear situaciones cómodas, la sensación de no tener facilidad para iniciar y mantener conversaciones, el no saber interpretar la comunicación no verbal y verbal de los otros y, también, la falta de asertividad son habilidades que hay que aprender.

¿Cómo puedo relacionarme mejor?

El aprender a modificar todo lo visto en los puntos anteriores nos va a ayudar a poder estar muchísimo mejor. Esto es lo que hago en la terapia, cuando una persona quiere aprender a relacionarse de una manera más sana.

  • Cambia tus pensamientos negativos: Hacerlo es importantísimo para hacer tus relaciones sanas. Las distorsiones cognitivas son errores de pensamiento que las personas cometemos, y hacen que nos encontremos peor. El primer paso para cambiar la forma en la que te comunicas y relacionas con los otros, es saber identificar una a una las ideas que tienes sobre ellos y sobre ti.

Escribe una lista con todos ellos e intenta ver cuál distorsión estás utilizando para no pensar más sano. Las más frecuentes que yo veo en terapia son las siguientes: pensamiento todo o nada, deberías, etiquetación, sobregeneralización o interpretación del pensamiento. Si has conseguido saber identificar con su distorsión, el siguiente paso es buscar pensamientos alternativos que te ayuden a estar más tranquilo a la hora de comunicar con el resto de personas.

Muchas veces consideramos que las otras personas están observando todo lo que hacemos, pero la realidad es que no es así. En mis años de experiencia he comprobado que lo mejor son los ejercicios de vergüenza.

Varias veces, con personas que tienen miedo a lo que pueda pensar la gente de ellos, lo primero que hago es llevarles a la calle para que hagan cosas que jamás pensaban hacer, para que sean conscientes del poco caso que les hacen las otras personas.

Esto te va a ayudar a que aprendas a ver como lo que pensamos qué ocurre si hacemos el ridículo no suele ocurrir y, además, si pasase no es tan grave. Este ejercicio conseguirá que tus distorsiones cognitivas disminuyan.

  • La relajación y la respiración, van a ayudar a rebajar todas las sensaciones físicas asociadas al malestar por tener que relacionarte y no sentirte cómodo con la situación. Si consigues dominar estas técnicas, ya verás como te encuentras mejor.
  • Practicar varias veces como interactuar con los otros, va a servirte para disminuir el malestar. Si consideras que tienes alguien a tu alrededor que sea exitoso con las relaciones sociales sería genial que te fijaras en esa persona para que veas lo que hace antes, durante y después de hablar con los otros. Fíjate en que hace y dice, los gestos de sus manos y de su cuerpo en general. Lo más importante es que sepas que al principio puede que se sientas raro, porque es algo que no has hecho nunca, pero poco a poco te adaptarás y te sentirás cada vez mejor.

Además, es importante que desarrolles la herramienta más importante de todas, la asertividad. Saber expresar tus necesidades, disfrutar de escuchar a las otras personas. Saber poner límites en la relación y mantener relaciones basadas en el respeto te hará muy feliz.

¡Espero que hayáis disfrutado del artículo!

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