Los ataques de ansiedad pueden ser desafiantes tanto para quienes los experimentan como para quienes están a su alrededor. La ansiedad puede manifestarse de diversas formas, desde una sensación de nerviosismo hasta síntomas físicos como palpitaciones, dificultad para respirar y mareos. En momentos de crisis, es crucial saber cómo responder de manera efectiva y compasiva. A continuación te damos algunas pautas sobre qué hacer cuando alguien sufre un ataque de ansiedad.
Pasos a seguir ante un ataque de ansiedad
- Mantén la calma: es natural sentirse ansioso o preocupado cuando alguien que te importa está sufriendo, pero es fundamental mantener la calma. Tu tranquilidad puede ayudar a la persona a sentirse más segura y a reducir la intensidad del ataque.
- Entiende sus sentimientos: escucha activamente y valora los sentimientos de la persona. Evita minimizar lo que están experimentando y reconoce la dificultad de su situación. Frases simples como “entiendo que esto es muy difícil para ti” pueden ser reconfortantes.
- Practica la respiración profunda: la respiración profunda puede ayudar a reducir la ansiedad. Anima a la persona a respirar lenta y profundamente contigo. Inhala durante cuatro segundos, sostén la respiración durante cuatro segundos y luego exhala durante cuatro segundos. Se debe repetir este proceso varias veces, hasta que quien está sufriendo el ataque se sienta más tranquilo/a.
- Ofrece apoyo físico: si la persona está cómoda con el contacto físico, ofrece abrazos reconfortantes o toca suavemente su espalda. El contacto físico puede transmitir seguridad y consuelo en momentos de angustia.
- Ayuda a crear un entorno seguro: busca un lugar tranquilo y cómodo donde la persona se sienta segura. Reduce cualquier estimulación externa que pueda aumentar su ansiedad, como luces brillantes o ruidos fuertes.
- Fomenta la distracción: proporciona distracciones suaves para desviar la atención de la persona de sus pensamientos ansiosos. Puedes sugerir actividades simples como contar objetos en la habitación o describir en detalle un buen recuerdo, algo que en su momento le hizo sentir feliz.
- No juzgues ni critiques: evita juzgar o criticar los síntomas de quien está sufriendo un ataque de ansiedad. Se trata de una experiencia real y debilitante, y el juicio solo puede empeorar la situación. En lugar de eso, ofrece tu apoyo incondicional y tu comprensión.
- Busca ayuda profesional si es necesario: si los ataques de ansiedad son frecuentes o severos, es importante buscar ayuda profesional. Anima a quien lo padece a hablar con un médico o un terapeuta que le pueda proporcionar un tratamiento adecuado, como la terapia cognitivo-conductual o incluso la medicación si es necesario.
- Haz un seguimiento: después de que la persona se haya calmado, haz un seguimiento con ella para ver cómo se siente. Ofrece tu apoyo continuo y demuéstrale que estás ahí para ayudar en cualquier momento que lo necesite.
Tú también debes cuidarte
Apoyar a alguien que sufre de ataques de ansiedad puede ser difícil a veces e incluso puede resultar agotador emocionalmente. Asegúrate de cuidar de ti mismo/a también, estableciendo límites saludables y buscando apoyo o ayuda cuando lo necesites. Sólo podrás ayudar a la otra persona si tú estás bien y puedes afrontar la situación con fuerza y optimismo.
No olvides que la ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante el estrés o el peligro, pero puede volverse problemática cuando es excesiva o persistente.
Saber qué hacer cuando alguien sufre un ataque de ansiedad puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional. Con compasión y apoyo, puedes ser un recurso invaluable para alguien que está luchando contra la ansiedad.
Espero haberte ayudado con estos consejos.